Por Alejandro Rossi Belgrano

Por Alejandro Rossi Belgrano

15 Lazare Belgrano: le barbet

Yo defiendo mi país, pero ustedes son más numerosos y nosotros debemos multiplicarnos a través de la astucia y la audacia.
Nos prometen la libertad y la gloria de pertenecer a una nación más grande que la nuestra.
Preferimos los valores de nuestros ancestros y nuestras pequeñas tribus de montaña.
Nosotros no hemos ido a atacar sus hogares, son ustedes quienes han venido a robarnos y a echarnos de nuestros casas....
   «Saut des Français» del jefe capturado de los barbets de Utelle.


Este capítulo toma forma a partir de la investigación precedente dedicada al corsario Giovanni Belgrano (ver).


Investigando en los archivos franceses de la zona de los Alpes Marítimos obtuvimos un documento de 1795 en el cual se acusaba a Lázaro Belgrano del cargo de barbet. En el mismo acto se acusaba a otros marineros de piratería.


Inmediatamente surgió la duda sobre el termino barbet, traductor mediante encontramos que se denomina de esta forma a los “perros de agua”. Nos pareció un nombre despectivo dedicado a los piratas y lo dejamos allí.

En el contexto parecía adecuado y de esta forma se mantuvo por varios años.

La primera llamada de atención la obtuvimos de un libro de 1691 escrito por el padre dominico Benoist cuya portada mostramos:



Evidentemente los barbets no eran los piratas que habíamos imaginado. Era necesario profundizar la investigación.

Quienes fueron los barbets en realidad?

Hacia 1792 la zona de Niza, que se hallaba ligada al reino de Piamonte Cerdeña, fue tomada por la armada revolucionaria francesa. Simultáneamente ganaron las elecciones municipales los partidarios de la asociación de la región (denominada le Comté) con Francia, echo que se oficializa en 1793.

Si bien en la ciudad la situación evolucionó en forma pacifica, no ocurrió lo mismo en el interior (el arrére pays) que resultó totalmente opuesto al nuevo régimen.
Esta oposición no era homogénea sino que mostraba distintos intereses y objetivos.

La integraban en su mayor parte campesinos que defendían sus pequeñas propiedades y familias de los abusos de las tropas revolucionarias. Pero también actuaban monárquicos, católicos fervientes y miembros de la nobleza desplazada. Estos elementos se unieron para presentar resistencia al nuevo régimen imperante.


Actuaban como irregulares, sin uniformes, con armas diversas y se escabullían de las tropas francesas en las estribaciones montañosas. Su aspecto desalineado les valió el sobrenombre de les barbets (algo así como los barbudos), término genérico que abarcaba a muchos combatientes diversos. Por la información que pudimos reunir y analizar las actividades de Lázaro Belgrano se podrían incluir dentro de la resistencia ligur a la ocupación francesa.



Ocurre que el 5 de abril de 1794 los franceses avanzaron sobre territorio genovés, ocupando las localidades de Conio y Borgomaro.



Aunque respetaron las autoridades locales, las tropas francesas no fueron bien recibidas por la población que no veía en ellas la pretendida "liberación", sino que a causa de estas sufrían cada día de requisas, contribuciones obligatorias y humillaciones de todo tipo. 



El 20 de fructidor del tercer año de la revolución, que corresponde al 23 de septiembre de 1795 se establece una Comisión militar. El documento se encuentra en los Archivos Antiguos y Revolucionarios de la región de los Alpes Maritimos bajo el folio L 1068.

Consta de 49 páginas y detalla, entre otros, el proceso contra Lazare Belgrano de Costa de Oneglia y Jerome Berlingier denunciados como barbets.

Pareciera ser que Lázaro Belgrano era un pequeño burgés y no formaba parte de lo más destacado de la familia,

Es más, parte de la misma (como Giovanni Giuseppe Belgrano), se hallaban fuertemente comprometidos con la revolución francesa (ver).

El destino de los barbets parecía definido de antemano, pequeños grupos de campesinos luchando contra el mayor ejército de Europa. La mayoría fueron ajusticiados, el resto con los objetivos pérdidos y en desbandada, se convirtieron en fugitivos que robaban comida a los campesinos y viajantes.

Nada más sabemos, por ahora, de Lázaro Belgrano, pero la información obtenida se relaciona con otras historias familiares que desarrollaremos en próximos capítulos.

Por último y volviendo al libro del padre Benoist, podemos preguntarnos si estos barbets se relacionan con los vaudois (Valdenses), y si esto también se vincula con el nombre que los cristianos del Piamonte daban a los albingenses porque sus obispos usaban barba.

La respuesta es negativa, hay cien años de distancia entre ambos hechos y la similitud en la denominación es solo una coincidencia.

Ni siquiera por el hecho de que los Belgrano construyeron la Casa familiar en Famolasco, cerca de Bibiana en tierra tradicional cátara? Esa es otra historia... Arveiru, carament.



Continua en Conclusiones"






























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